Abel Azcona portrait by Pablo Lecroisey

A portrait of
Performance Artist Abel Azcona
by Pablo Lecroisey

Portrait of performance artist Abel Azcona in the butcher shop in the Chamartín neighborhood in the city of Madrid.

 

Durante la promoción de la exposición «Todo es lo mismo siempre lo fue» que tuve la suerte de organizar en colaboración con la galería de arte madrileña Factoría de Arte y Desarrollo, presente está fotografía del artista Abel Azcona. Durante la promoción una usuaria de las redes sociales donde se divulgaba preguntaba si este trabajo era arte. Esta es la reflexión que surgió:

Hola A. H., encantado de saludarte.

Me alegra que te animaras a comentar la obra y cuestionarla, precisamente para esto ha sido creada.

Antes de nada me gustaría ampliar la información que tienes sobre el trabajo, para que puedas sacar tus conclusiones de una forma más independiente.

Este retrato nació como participación en el proyecto de #LasHoras que organizaba Abel Azcona.

A principios de año tuve la suerte de coincidir con Abel en la feria de arte #ArtandBreakfast. A raíz de ese encuentro empezamos a mantener el contacto a través de las redes sociales. En un momento determinado Abel, como a muchas otras personas, me propuso participar en el citado proyecto.

Los inputs que de él recibí y los diferentes medios que hacían referencia, me llevaron a desarrollar este retrato.

El título de la obra y este dato da muchas pistas. Es «Reflexiones sobre ética y estética».

Como antecedente antes de empezar a analizar la obra, en relación a tu pregunta de si algo es arte o no.

Decirte que a mediados del siglo XX los límites materiales y formales en el arte quedaron totalmente diluidos y cualquier cosa podía ser susceptible de formar parte de lo que denominamos arte. Ejemplos claros y tan dispares los encontramos en las #BrilloBox de #Andywarhol que metió unas cajas de detergentes en un museo o #PieroManzoni que literalmente metió sus excrementos en una lata y lo vendía en la galería con el nombre de #MierdaDeArtista. En la actualidad nos encontramos las dos piezas en el museo MOMA de la ciudad de Nueva York. O un ejemplo todavía más efímero cuando #YvesKlein en su obra «Zonas de sensibilidad pictórica inmaterial». Vendia unos recibos de papel con el nombre de la obra a cambio de 20 gramos de oro y después parte de ese oro lo esparcía por el aire.

Como puedes ver aparentemente cualquier cosa puede ser arte. Pero hay un elemento generalmente aceptado como inmutable a toda obra artística, el concepto filosófico de #estética y una de sus cualidades la #Belleza. El arte debe trabajar sobre esto, siendo uno de los grandes pozos conceptuales del ser humano, habiendo sido tratado por algunas de las mentes más brillantes de todos los tiempos, desde #Aristóteles o #Platón pasando por #Kant (siendo este último el que acuño el término) o más recientemente con figuras como #Foucault. Evidentemente con semejantes eminencias tratando del tema, hay que ser muy cauto a la hora de abordarlo. Decirte al respecto que a título personal, considero que la estética nace en una obra cuando esta provoca, evidencia o representa algo que nos haga evolucionar como seres humanos y la belleza aparece y es determinada por la forma en la que se da ese crecimiento. Hay básicamente dos formas de crecer, a través del sufrimiento o el amor. Una la considero bella, la otra no, sin entrar a debatir cual es más o menos efectiva por lo tanto mejor.

Esta fotografía nació, entre otros factores, como sentimiento crítico al proyecto #LasHoras, en el que entendí que al espectador o participe, le llegaba claramente la reflexión «Haz conmigo lo que quieras». Mensaje que a título personal rechazo y entiendo que se aleja radicalmente del concepto de #belleza y #estética. Mi deseo de involucrarme en el proyecto #LasHoras genero en mí imaginación esta imagen, que no deja de ser un rechazo.

Respondiendo a tu pregunta sobre si lo que he hecho es susceptible de calificarse como artístico, habría que entablar un sesudo y documentado debate, en el que la verdad, no tendría todos los argumentos a mi favor para defenderlo y en el que recurriría al concepto clásico de #Sublime para hacerlo.

Independientemente de todo esto, es solamente una fotografía, que muestra la cámara frigorífica de uno de los tantos establecimientos donde se vende carne y Abel está tratado de la misma forma en la que tratamos el resto de las piezas.

La imagen potencia una reflexión sobre los productos que consumimos y cómo este consumo afecta al conjunto de los seres vivos.

Para la cuestión de si Abel Azcona está retratado con dignidad y respeto. Te diría que ese debate se anula no sólo por que Jamás dijo «no», no hagas conmigo lo que quieras. Sino que además gran parte de sus prácticas estimulan el abuso por parte de los participantes y usan el sensacionalismo como herramienta de difusión.  Siendo aquí donde considero radica el #Punctum y el verdadero valor de la misma, ya que evidencia el «no puedes hacer conmigo lo que quieras». Pues como podemos apreciar, los resultados pueden ser tan desgarradores como esta imagen misma y jugar con estos discursos o propagandas y elevarlos a categoría de arte es muy peligroso.

Bueno A. H., espero haber podido ampliar un poco más tus horizontes sobre esta fotografía para que puedas juzgarla con más criterio.

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